El camino de Santiago... Eso es, tengo que hablar sobre el camino de Santiago, sobre mi experiencia como peregrino, pero esto requiere una reflexión ¿Qué ha significado el camino para mí? Y desde luego no se me queda la mente en blanco, el camino de Santiago ha determinado mi vida actual en muchos sentidos, y gracias a él, he ganado mucho.
De una manera u otra hasta los más pragmáticos nos hemos dado cuenta de que el camino significa una bonita metáfora de la vida, en la que nuestro destino era la llegada a Santiago con el dulce sabor a superación. Para algunos superación física, para otros mental y para otros sentimental, e incluso una mezcla de todas, pero nadie podrá decir que no tenía esa sonrisa que teníamos todos cuando llegamos por fin como un sólo grupo a la catedral, cantando y corriendo como si nos fuera la vida en ello. Y en ese momento olvidamos que teníamos ampollas, o esguinces, o que estábamos roncos, y corrimos y cantamos, y ese recuerdo no nos lo quitará nadie.
Recuerdo que antes de echar a correr miré hacia atrás, intentando ver el inicio del camino, vislumbrando vagamente el comienzo, todos muertos de sueño, sin tener ni idea de lo que nos esperaba, pero sin miedo a nada. Y pensé en todo el trayecto; los nuevos amigos como Adam; gente a la que me había unido más, a la par que gente con la que no había hecho más que separarme y cómo había afrontado el camino.
Y es que he aprendido mucho de él. Siguiendo la metáfora... He aprendido que siempre nos queda un camino por recorrer, aunque estemos cansados, aunque no tengamos fuerzas para seguir o para continuar... Aunque no le encuentres sentido sigue caminando, porque Santiago te espera. Y vamos a encontrar piedras en el camino, al igual que tendremos ampollas o esguinces o miles de problemas, pero también habrá siempre un bastón o un amigo para apoyarte. Y en estos momentos en los que llevas horas cansado mirando al suelo, tienes que recordar que hay que levantar la cabeza, porque hay un cielo azul arriba, y hay un bosque de eucaliptos que oler o un prado con las briznas de hierba ondeándose al viento que ver. Y cuando menos te lo esperas, estás llegando a Santiago deseando correr y correr hacia atrás para volver hacer el camino, para alargarlo un poco más y que dure para siempre.
Pero no todos son momentos así ni mucho menos, el camino ha sido una experiencia increíble en la que debes saber aprovechar cada momento, porque nunca más vas a volver a tener 15 o 16 años, ni va a haber otra excursión igual, porque la gente se va y la gente viene y todo cambia. Cada momento ha sido único y no me arrepiento de nada del camino, sinceramente creo que no podría haber llegado en mejor momento, ni con mejor gente. Estoy muy orgulloso de todos mis compañeros, porque juntos hemos podido como un verdadero grupo. Y también estoy orgulloso de decir que más que apenado porque no podamos hacer más excursiones todos juntos, estoy feliz pensando en todas las que hemos compartido: desde una noche en el bosque de la lectura con apenas 5 años hasta aventurarnos en un país con una cultura totalmente desconocida o recorrernos 114km en una semana escasa.
Ya sólo queda dar gracias al colectivo del colegio y a mis compañeros incluyendo a los profesores. Y por último acabar con una estrofa de una de mis canciones favoritas de Extremoduro y una canción, como siempre:
''Para algunos vivir es galopar un camino empedrado de horas, minutos y segundos.
Yo más humilde soy y sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo,
me transporte mecido hasta el siguiente''
* Extraído del libro de poemas "la mala gana" de santos Isidro Seseña.
Por: Ignacio Garijo
No hay comentarios:
Publicar un comentario