jueves, 20 de noviembre de 2014

Libertad de expresión. Homosexualidad.


Para la entrada de hoy, el tema era la libertad. Y yo he elegido la noticia anterior para hablar de ello.
Ésta consta de información sobre un nuevo proyecto que el presidente de Uganda (situada en África) está preparando. Antes de este proyecto, se intentó poner en pie una ley “antihomosexual” que preveía la cadena perpetua para los gays.
Ahora, en cambio, la homosexualidad o “prácticas sexuales antinaturales” podrá tener como pena 7 años de cárcel en Uganda.

¿Qué tiene que ver la homosexualidad con la libertad? Es simple ; la libertad de expresión. Y no solo de expresión, si no también de elegir estar con la persona que queremos, aunque sea del mismo sexo. No entiendo por qué algunas personas no toleran la relaciones homosexuales. ¿Acaso no somos libres de enamorarnos de quien queramos? ¿De tener gustos propios?
¿Por qué suponemos de buenas a primeras que todos somos heterosexuales? ¿Por el simple hecho de que esa es la forma de reproducirnos? Si los humanos nos hemos desarrollado con una capacidad de decidir, de tener gustos, de poseer nuestra propia forma de pensar y desarrollar unos sentimientos ¿por qué al tener esos sentimientos no podemos expresarlos abiertamente? ¿No somos libres acaso de ello? ¿O esa libertad es sólo un sueño que muchos creen realidad, pero que no lo es?



Hace unos días estuve hablando con una amiga cercana que es homosexual sobre el tema. Y una frase que salió en la conversación y que me gustó bastante fue : “Tú no has tenido que salir del armario por ser heterosexual.”
Sinceramente, creo que sí estamos condicionados y no somos libres del todo. No somos libres por el miedo que da lo que los demás piensen de nosotros, sin embargo, eso se contrarresta con valor para enfrentarnos a nuestros miedos. En países como por ejemplo España no te encarcelan por ser homosexual, y el único condicionante de tu libertad eres tú. Quizás que el gobierno no te ponga pena de cárcel hace que sea más fácil sentirse libre.
Los heterosexuales, bisexuales y transexuales de Uganda están condicionados por un gobierno que no les deja expresarse libremente. Pero para ello están enfrentándose con manifestaciones.
La libertad puede ser sólo una idea en el espacio que no está definida y que cada uno interpreta a su manera, pero sigue siendo igualmente importante, porque nunca seremos del todo libres, pero tampoco estaremos del todo atados con cadenas.
Como tiene que ver con el tema de la homosexualidad, me gustaría añadir un vídeo de un discurso que da la actriz Ellen Page, declarándose homosexual públicamente. A mi parecer, en el momento que lo expresa, está declarando libremente lo que es, o lo que siente. 



He elegido la homosexualidad porque es uno de los temas que más afectan a la sociedad y tiene que ver con la libertad de expresión. Porque me gusta el tema en sí y no le veo nada de malo en ser homosexual o bisexual. Las personas homófobas que no toleran a este tipo de personas están condicionando la libertad y son los que hacen que algunos se coarten a “salir del armario”. ¿Por qué hay tanta obsesión en que todos sean copias de otros en la sociedad? ¿Por qué todos tenemos que ser iguales para ser “perfectos”? En eso no consiste la libertad. Esos son condicionantes y cadenas que hacen que no nos sintamos libres. La única persona que puede decidir si eres libre o no, es uno mismo.

Realizado por Eva María Godoy.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Podemos ser libres

Como bien indica la viñeta, hemos dado rienda suelta a nuestra libertad para limitarnos. Tenemos la habilidad innata de auto-limitarnos. Y no solo eso, luego nos quejamos de las limitaciones de la sociedad. Sin pararnos a pensar en que ésta, es un grupo de personas. Personas iguales que nosotros, de carne y hueso. ¿Por qué pedimos libertad si nos hemos encerrado nosotros mismos? No, no todos, es cierto. Pero el que no se ha auto-limitado, ha dejado que la sociedad lo atrape, lo oprima, y se ha sometido a ella. Pocas personas han sido capaz de evadirse de esta opresión, y a estas las denominamos como personas libres.

Pero... ¿Dónde acaba nuestra libertad? Y ¿Dónde empieza la de las personas libres?. ¿De qué son libres? ¿Son libres de los pensamientos ajenos? O ¿Son capaces de reconocerlos y aún así seguir manteniendo los suyos? ¿Hasta qué punto estamos oprimidos?
¿Cualquiera puede ser libre?


En mi opinión no todos somos libres, pero tampoco esclavos. Hay personas que sencillamente se conforman y se adaptan a las ideologías ajenas, volviéndose así uno más, un prototipo. Uno más en este mundo. Uno más de la “producción en serie” que parece la sociedad.
¿Por qué queremos adaptarnos? ¿Por qué queremos atenernos a este prototipo? ¿Tanto miedo da ser distinto?

Es cierto que es más sencillo. Es más fácil atenerse a algo que ya está definido, que la mayoría acepta, que ya tiene unos parámetros delimitados. Es sencillo no tener que luchar.
Los que escapan de esta lucha se están condenando a ellos mismos a parecer uno mas, a perderse entre las personas, pero los que aceptan este reto, deben pelear. Pelear contra los que no son capaces de concebir que eres diferente.
 Y es cierto que pocos saben lo duro que es destacar. Que actualmente muchas personas se describen como liberalistas o dicen no poder ser libres por culpa de otros. Pero me voy a centrar más, haciendo referencia a mi ambiente (adolescentes de entre 14 y 16 años): es duro aguantar los continuos reproches hacia tu forma de ser (y supongo que esto también pasará entre los adultos pero no soy consciente de a que escala), cuesta resistir el rechazo de los demás a una edad en la que o te amoldas o te evaden. Y esto nos arrebata nuestra libertad, al menos de forma momentánea.

No estoy hablando de una diferencia física, aunque muchos de estos divergentes contaban con ese hecho en su contra, y muchos más se encontrarán con él y cada vez será más difícil la pelea. Pero no quiero dar a entender eso, quiero hacer ver mi punto de vista hacia la falta de libertad a la que nos estamos acostumbrando.

Cuando lees en una red social como Twitter, la mayoría de “tuits” hablan de lo mismo: obtener una figura física “perfecta”, de conseguir un amor “perfecto”, destacar para que te vean como a alguien diferente, etc, y la mayoría de estos están directamente copiados de alguien que ya lo ha publicado antes. Repito: en lo esencial todos hablan de lo mismo. Parece que provienen de una misma mente. Al menos es esa la realidad que yo veo.
Pero desde mi punto de vista no es libre aquel que quiere destacar, si para conseguirlo debe gustar a los demás. Tampoco son libres todos aquellos que dicen serlo. A mi parecer una persona libre no solo debe mirar por los “otros”, también debe pararse a pensar en ella misma para no perderse. De hecho muchas personas que se pierden dejan de ser libres porque caen en la red de falsa seguridad que ha proporcionado la sociedad, pero esto no quiere decir que no puedan volver a serlo.

Y repito mi pregunta: ¿Cualquiera puede ser libre?
No es fácil en estos tiempos destacar, y aquel que destaca debe permanecer firme. Pero sí, ¿Por qué no? Seamos positivos por una vez, a pesar de la realidad.
Dejemos escapar nuestra mente, dejémosla “mirar” de una forma objetiva. Ajena a todo, pensando lo que cree que es correcto. Y cuando seamos capaces de hacer esto, y darnos cuenta nosotros mismos de si somos o no somos, uno más de los que entramos dentro de los parámetros establecido por quién-sabe-quien, entonces podremos auto-denominarnos libre.
Pero atentos, no es tan fácil, no es solo decir “sí, yo soy libre”. Es saber, sentir que lo eres, por qué lo eres y aun así no temer a la lucha contra lo establecido y no tener miedo a serlo.

La libertad es algo muy preciado que todos creen tener, pero sin embargo la mayoría no la posee. No de la manera que querría.
No nos dejemos oprimir. Seamos libres pensadores y dejemos de auto-limitarnos. Porque la libertad empieza en uno mismo.

La libertad cuesta muy cara, y es necesario,o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio.

-José Marti


Realizado por Ángeles Ampliato Calatrava.

martes, 18 de noviembre de 2014

La unión hace la fuerza.

Noticia

Puede que esta noticia se nos quede corta, o que nos parezca que sólo ha comenzado y nos deje con la intriga de cómo continuaría el escritor pues, aunque el texto es corto, en dos párrafos nos transmite una idea que empezamos a desarrollar nosotros mismos en cuanto terminamos de leerla.

La noticia nos pone el ejemplo de la campaña publicitaria que hace la Organización Nacional de Loterías, que, de forma indirecta nos señala que la libertad y el poder adquisitivo están directamente relacionados ¿Estamos de acuerdo con eso?

Sobre el papel, siempre hay dos caras, los que podríamos llamar 'idealistas' que tratan de negar que esto es incierto y que la libertad sólo depende de uno sólo y los 'realistas', y cuando digo realistas, quiero decir que éstos siempre se tachan de realistas y no de pesimistas. Pero no es sobre el papel lo importante, si no cómo actuamos después. En este caso muchos 'idealistas' pasan al otro grupo, e incluso en este último hay gente que se encuentra en el primero ¿Por qué? Puede ser hipocresía, pesimismo, o incluso porque no nos conocemos a nosotros mismos, pero, aunque parece un tema interesante, no es ahí a donde quiero llegar.

En clase discutíamos el otro día si un drogadicto era libre o no, aunque no llegamos a una conclusión exacta. Pero ¿no es el dinero una droga? Al fin y al cabo, en las definiciones 3 y 4 que da WordReference encaja dinero. Y aunque yo mismo me posicioné en el sector que decía que un drogadicto era libre, puede que aquí es donde encuentre la excepción que marca mi regla.

<<En un Estado como el que vivimos, en el estado de postración y desesperanza de gran parte de la población, en la crisis de valores que supone el “sálvese quien pueda”, en una sociedad basada en el consumo como tótem sagrado, solo el dinero procura la libertad.>> Según esta afirmación, nos encontramos ante una droga dura, que nos crea dependencia, que nos roba los valores humanos y que nos inculca la filosofía ''sálvese quien pueda'' y que sólo él te da el poder adquisitivo suficiente para alcanzar la libertad, haciéndonos necesitados del mismo para conseguir nuestro bienestar. Un tanto pesimista en mi opinión.

Yo, para acabar y personalmente pienso lo contrario, es justo ahora cuando hay crisis económica cuando la sociedad se une. Se une porque siempre tiene que haber un bueno y un malo, y el antagonista es interpretado por el gobierno en este acto. Es ahora cuando, vas a una tienda y te preguntan si quieres el precio sin IVA, porque así es más barato, y también es ahora cuando vas a la panadería de tu pueblo y el panadero te deja pagarle a principio de mes porque todos sabemos que 'la cosa está muy mal.' Y, aunque haya una minoría que puedan ser bancos, grandes empresas y políticos que sí corresponden a la idea presentada en el anterior párrafo, creo que el pueblo es ahora más que nunca cuando se une, porque todos lo necesitamos y porque si algún día el 'sálvese quien pueda' reinase, es cuando deberíamos empezar a preocuparnos. La unión hace la fuerza.

Aquí dejo una bonita canción que dos épicos grupos de la música española se unen para versionar (originariamente es sólo de los Hombres G.)



Realizado por Ignacio Garijo Campos.